definicion

“Digo que pertenece a la esencia de una cosa aquello dado lo cual la cosa resulta necesariamente dada, y quitando lo cual la cosa necesariamente no se da; o sea, aquello sin lo cual la cosa no puede ni ser, ni concebirse”

Spinoza


El Teatro Esencial es una síntesis de varias técnicas y caminos, y busca justamente la esencia del movimiento, de las emociones, de los pensamientos y la “conciencia” de estas dimensiones en todo encuentro humano.

Luego de muchos años de investigar lo que llamamos arte teatral y sus manifestaciones tan diversas como personas lo han abordado, encontramos más que respuestas, preguntas que se iban acumulando con cada experiencia de grupo y con el encuentro de maestros y referentes específicos.

En la última etapa a la que llamamos Teatro Esencial pudimos acordar en proponer una pregunta que, por ahora, sintetiza todas nuestras inquietudes:

¿Cómo desarrollar a través de las artes la inteligencia física, mental, emocional y espiritual?

Y si dimensionamos estas inteligencias como partes de un todo, ¿Qué y como sería ese todo?

Invitamos con esta pregunta a verificar la exclusión-inclusión de alguna de estas dimensiones en nuestras tareas y sobre todo a la hora de resolver problemáticas tanto individuales como grupales.

Los encuentros-taller que proponemos son jornadas vivenciales para percibir la realidad desde estas cuatro dimensiones y encontrar desde ellas, herramientas que liberen nuevas perspectivas y posibilidades de decisión-resolución sobre el trabajo que desempeña cada uno en sus múltiples cotidianeidades.

Hacer es entender

Partimos de la hipótesis de que tanto la persona (su historia personal, su conducta, sus creencias, etc) y por ende su percepción de la realidad está programada desde las cuatro perspectivas que tenemos en cuenta. Lo experimentado a través de estas dimensiones hizo de nosotros lo que hoy somos. Pero a la hora de actuar solo tenemos en cuenta la dimensión mental o por lo menos es la voz autorizada a la hora de decidir nuestro accionar. A medida que profundizamos esta hipótesis nos encontramos con que la exclusión de una o más de estas dimensiones disminuye la capacidad de conocimiento acerca del universo en el que nos movemos cotidianamente. Es perder capacidad de comprensión, de fuerza y eficacia.

A través de las Técnicas de Constelaciones Familiares y los Movimientos del Alma y del Espírtu de Bert Hellinger, pudimos ver lo que para nosotros comenzó a ser la esencia del teatro, lo que somos. Por esto nos dedicamos a percibir la esencia que subyace en cada cosa y sobre todo lo que subyace en quien las percibe: el actor cotidiano, la persona. De esta manera comenzamos a trabajar la intuición y la empatía como herramientas generalmente excluidas de nuestra cotidianeidad y nuestras decisiones. Ejercitamos la capacidad de experimentar la realidad subjetiva de otro individuo u información, sin perder de perspectiva el propio marco de realidad, con la finalidad de guiarnos para poder actuar de una forma más integral e inmediata.

Hacemos foco en el ser humano, en lo que hemos denominado humanidad. Quien así mismo se denomina humano puede, probablemente, entenderse desde una perspectiva más amplia al conocer sus primeras respuestas frente al dolor, la alegría, la enfermedad, la plenitud, la muerte y la vida. Este conocimiento puede contribuir al bienestar y la salud, en la medida en que proporciona un mejor entendimiento práctico y natural de la conexión de la persona con la totalidad de sí mismo, incluyendo su entorno y su ecosistema de referencia. Desde esta perspectiva, nuestro trabajo apunta a convertirnos en "catalizadores", presencias que facilitan la producción de reacciones de transformación.


Estos son los formatos de taller, según objetivos específicos, que estamos trabajando:

· Teatro esencial como dinámica lúdico pedagógica

· Teatro Esencial para la investigación de la expresión corporal como acontecimiento social

· Teatro Esencial como experiencia de autoconocimiento

· Sesiones individuales o grupales desde las técnicas del Teatro Esencial y Constelaciones Familiares, para tratar problemáticas específicas: familiares, laborales, proyectos, etc.

· Supervisión de casos problemáticos para personas que realicen trabajos sociales o que tengan a cargo la coordinación de grupos de trabajo.

· Técnicas para abrir nuevos canales de información para el proceso creativo del actor, del director, del puestista, del productor.

· Supervisión de proyectos artísticos para desarrollar y encontrar nuevas capacidades de producción.

· Campamentos esenciales: jornadas en lugares específicos para percibir “esencialmente” la naturaleza y la parte que de ella somos.



Contactanos:



marram22@yahoo.com.ar





viernes, 25 de junio de 2010

El orden fluye:

Estar en nuestro centro, ése es el orden básico, asi podemos ocupar nuestro lugar y permitirle al los otros hacerlo, no existe la ayuda más alla de eso, si me centro le permito al otro que lo haga y ocupo un lugar armónico y fuerte. Por más intencion que tenga de ayudar a otro si no logro estar en mi no haré más que desorden, por más alivio que genere, la raíz es el centro. Para eso debo respetar y hornar con el corazón a toda la vida que nos rodea, que nos crea, asi puedo "aceptar" lo que cada uno decida porque estoy en mi, no necesito sacar nada del otro para "asegurarme", porque no estoy invadiendo estoy dando incondicionalmente, así fluye toda la energía, ocupando su lugar adecuado, cada instante. ¿Cual es el centro? el presente, sano libre y absoluto, no por eso olvido, no por eso no proyecto, sólo que lo hago desde ese fluir con el orden, aceptando el dolor o el placer según que permita cada instante.


Si crezco es porque acepto, eso me conecta con la vida, con el origen, aceptar el regalo de la vida sin reproches con plenitud tal cual ella me engendro, sin dudas, fluyendo. La esperanza es un anelo vacio si la pido desde la falta, en cambio si logro aceptar es inevitable ver un mundo hermoso por delante de mis ojos, aquí la esperanza es un hecho. Por eso no hay que hacer nada, es decir, no tenemos que forzar nada, si logramos estar en nosotros todo se hace solo, ese es el poder de la creación, hacer sin esfuerzo, por que sin forzarlo todo sucede en nosotros. Así trato de escribir estas palabras, sin forzarlo, me entrego sin dudas y con amor a toda nuestra sabiduria, la de la vida, la del orden , la del amor.




Facu
Jugamos un juego sagrado.



Vivir con conciencia en un espacio físico controlado.



Tiene sus reglas y sus excepciones. Es un juego que crece.



El alma impregnada de campo se transforma. El cuerpo también. Damos y recibimos, de cuerpo y alma. La mente, con su capacidad para el juicio adormecida, dispone el orden de las formas. Como un interruptor que surge en el momento preciso y se recoge después de su propuesta. Organiza el juego. El “yo” observa y comprende su totalidad. Y comprende que limitarse es cada vez más difícil.



Poco a poco cada parte desde el todo crece. Cada parte reclama su lugar en el todo. Cada parte aprende cuál es su función, cuáles son sus capacidades, qué posibilidades tiene de transformación. Qué lastima y qué sana, y cómo crecemos a partir de las heridas y de las curaciones.




Jugamos un juego sagrado: estamos vivos.


Eze

miércoles, 23 de junio de 2010

palabras torpes de sutiles experiencias. nosquiero.



La tierra me re-habilita para volver a empezar, para empezar a volver.

Cuando esta afuera me tranquiliza, me acoge. Cuando adentro es dura. Es duro el golpe.

En el cielo la vida eterna. En la tierra la lección pasajera. Pasajero.

La risa, el placer, el dolor, sufrimiento. Manifestación. Sentido. Sentidos.

Bajo la presencia nada es en vano.

Confianza pura. Fe.

La tierra marca el ritmo. Y hay q seguir a ese por quien la tierra late.

Tengo una cajita donde guardo eso q me inquieta. Q me molesta. Eso q me hace tierra. Experiencia. Dolor. Aprendizaje.

Eterno navegante de lo finito. O abro la cajita y la comparto.

Bajo la presencia nada es inquieto.

Solo lo q busca la quietud, para volver a perderla.

La inquietud es mi maestro.

El cielo la pregunta,

La tierra la respuesta,

Yo Soy el misterio.


Mauro

Hacia una definición del Teatro esencial



"YO OS DIGO: DIOSES SOIS" (JUAN, 10, 34)


El Teatro esencial es una poética de movimiento que nace en el interés de imbricar el rito del teatro con las investigaciones de lo que el Dr. Rupert Sheldrake ha dado en llamar “campos mórficos”.

Toma del teatro el encuentro ritual, aquel círculo de personas convocadas a presenciar-generar una manifestación performática, que derivará en múltiples resonancias en los participantes, y cuyo fin es sintonizarnos con nosotros mismos, acrecentar nuestra conciencia y encontrar nuevos sentidos y percepciones de la realidad.

La dinámica del teatro esencial se encuadra dentro del concepto de campo mórfico, fenómeno que se genera entre personas reunidas con determinada intención y las energías que fluyen y se manifiestan a través de ellas. Morfo viene de la palabra griega morphe, que significa forma. Los campos morfogenéticos son campos de forma: campos, patrones o estructuras de orden. El campo mórfico no pertenece al mundo físico, sino que es inmaterial y conforma una especie de memoria colectiva. Y no sólo configura la estructura de los organismos vivos, sino también su conducta. Según esta hipótesis sucede lo siguiente: todas las veces que un miembro de una especie aprende un comportamiento nuevo, cambia el campo morfológico o productor para la especie. Este cambio es, al principio, apenas perceptible, pero si el comportamiento se repite durante cierto lapso de tiempo, su resonancia mórfica afecta a la especie entera. Por esta resonancia llegan desde el pasado los hábitos y comportamientos de cualquier especie, lo cual afecta a las conductas y prácticas de sus componentes actuales. La resonancia mórfica es, por tanto, una vía mediante la cual el conocimiento se transmite instantáneamente entre los miembros de una especie y más allá del espacio y el tiempo.

De esta conjunción nace un acontecimiento hecho de movimientos, emociones y percepciones de alta vibración energética en acuerdo multidimensional con todo lo que somos.

En el devenir de este acontecimiento nos encontramos con una danza que nos recuerda analógica y arquetípicamente, la precisión y energías de rituales y artes orientales y de diversas culturas. Nos trae formas, gestos e imágenes necesarias en ese aquí y ahora específico.

El actor del Teatro Esencial no actúa como en el teatro tradicional, presenta su cuerpo y percepción con el fin de permitir manifestar la información del campo mórfico y transmutarlo. Desde el centro del círculo se convierte en el puente, la conexión con lo sensible. El actor esencial encuentra en el “centro” aquel conocimiento interior, directo y silencioso, que nace de la tranquilidad y la confianza, y las transmite. Esta manifestación puede traducirse en gozo, en éxtasis, en celebración de la vida, en sanaciones sorprendentes, en la sensación de estar estableciendo fuertes lazos de amistad o solidaridad, etcétera. En definitiva, en una gran expansión de la consciencia.

El Teatro Esencial cree sumamente necesario comprender que el estar en este plano, estar vivos, ya conlleva un profundo sentido de sanación y conocimiento. Todo lo que hacemos está al servicio y nos da la oportunidad de sanar. Más precisamente para los que trabajamos en las artes performáticas y rituales se nos hace imprescindible comprender que es nuestra vida -o sea nuestra sanación- lo que manifiesta y crea nuestro verdadero arte, seamos consientes o no a la hora de actuar frente a una comunidad. Todo movimiento interno o externo del cuerpo posibilita una sanación y una comunión con los planos y energías sutiles. Allí reside el arte más esencial, la verdadera eficacia artística y ritual. Ya muchas tradiciones de este planeta han hecho de esto el devenir y organización de sus artes. Hoy, como lo esclarece la idea de campo mórfico, la fuente de ese conocimiento se halla en la apertura aquí y ahora de nuestras potencialidades y conexiones con todo lo manifestado e inmanifestado. Es decir, somos ese conocimiento cuando nos identificamos y nos reconocemos profundamente como reflejo y resonancia de toda la naturaleza.

El Teatro Esencial invita a preguntarnos ¿Cómo desarrollar a través de las artes la inteligencia física, mental, emocional y espiritual?






Para más información sobre campos mórficos consultar:

http://www.sheldrake.org/homepage.html